Resistencias blindadas
Las resistencias blindadas son resistencias calefactoras tubulares para cuya fabricación se emplean materiales de primera calidad, como es el espiral de níquel-cromo y óxido de magnesio electrofundido.
Según donde se instalen, estas resistencias pueden fabricarse con blindaje (o vaina) de diferentes materiales, como puede ser acero inoxidable, cobre, titanio, incoloy 800 o teflón (PTFE).
Igual que pueden fabricarse con blindaje de distintos materiales, las resistencias blindadas también pueden fabricarse según las necesidades del cliente, en cualquier longitud, forma y diámetro, siendo aptas para cualquier aplicación donde sea necesario el calentamiento de líquidos, sólidos o aire y gases:
Calentamiento de agua, aceites, petróleo, calentamiento de soluciones químicas de pH básico o pH ácido, resistencias para elementos infrarrojos, baterías para aire acondicionado para calentar ambientes, hornos de secado, tratamientos térmicos, etc.
Su alta calidad y sus características técnicas, permiten que los elementos calefactores blindados resistan la corrosión, la vibración, los impactos y las altas temperaturas (700ºC).
Hay que escoger el blindaje adecuado dependiendo de la potencia, la carga específica máxima admitida en W/cm2, el espacio disponible, el diámetro y longitud del tubo, el medio a calentar y la temperatura de trabajo.
Para asegurar una perfecta conducción térmica, rigidez eléctrica y aislamiento se utiliza como aislante un compuesto de óxido de magnesio electrofundido (MgO), mientras que el hilo resistivo de su interior en forma de espiral está compuesto de níquel cromo.
Con el objetivo de mantener la estanqueidad contra la humedad ambiental, el sellado se realiza mediante resinas y siliconas. Un aislante cerámico permite el aislamiento dieléctrico entre la conexión y el blindaje.