Los calentadores de inmersión portátiles consisten en resistencias eléctricas habitualmente en forma de “L” con un mango en su parte superior.
El mango hermético con protección IP66 permite su portabilidad.
Se pueden utilizar en depósitos, bidones o tanques que dispongan de alguna abertura en la parte superior.
Son fáciles de instalar, y su fabricación se realiza en acero inoxidable, teflón o titanio, dependiendo del fluido a calentar.
El calentador está constituido por uno o varios elementos con densidades de potencia que se encuentran en un rango de 2 a 6 W/cm2.
El cable de alimentación cuenta con una toma de tierra y se puede fabricar con la longitud que el cliente necesite, evitando el uso de prolongaciones o empalmes.